INGREDIENTES:
Azúcar glass.
Claras pasteurizadas.
Crémor tártaro.
Esencia de vainilla o del sabor que se desee.
Colorantes en gel.
Agua.
Azúcar glass.
Claras pasteurizadas.
Crémor tártaro.
Esencia de vainilla o del sabor que se desee.
Colorantes en gel.
Agua.
RECETA DE LA GLASA:
Tamizaremos 200gr. de azúcar glass por cada clara de huevo que utilicemos, en este caso utilizaremos claras de huevos pasteurizadas que podéis encontrar en Mercadona.
Yo suelo utilizar 3 claras de huevos por lo tanto 600gr de azúcar glass.
Comenzamos por echar al bol las 3 claras de huevos y una cucharadita de café de crémor tártaro, removemos suave para que se diluya el crémor tártaro y espumen un poquito las claras, con cuidado de no montarlas solo que espumen un poco.
Echamos en el bol 200gr de azúcar y comenzamos a batir a velocidad baja, continuamos echando cucharadas de azúcar poco a poco siempre esperando que se una un poco la cucharada anterior, de vez en cuando pararemos para bajar con una paleta los restos que queden pegados en las paredes del bol.
Cuando veamos que empieza a espesar es el momento de echar la esencia que deseemos y seguiremos añadiendo el resto del azúcar.
Conforme echemos el azúcar notaremos que la glasa se ira poniendo brillante y cada vez más blanca, seguiremos batiendo hasta que consigamos que sea firme y no se caiga de la cuchara. Si no es así seguiremos añadiendo un poco más de azúcar, recordar que antes hay que tamizarla.
Yo suelo utilizar 3 claras de huevos por lo tanto 600gr de azúcar glass.
Comenzamos por echar al bol las 3 claras de huevos y una cucharadita de café de crémor tártaro, removemos suave para que se diluya el crémor tártaro y espumen un poquito las claras, con cuidado de no montarlas solo que espumen un poco.
Echamos en el bol 200gr de azúcar y comenzamos a batir a velocidad baja, continuamos echando cucharadas de azúcar poco a poco siempre esperando que se una un poco la cucharada anterior, de vez en cuando pararemos para bajar con una paleta los restos que queden pegados en las paredes del bol.
Cuando veamos que empieza a espesar es el momento de echar la esencia que deseemos y seguiremos añadiendo el resto del azúcar.
Conforme echemos el azúcar notaremos que la glasa se ira poniendo brillante y cada vez más blanca, seguiremos batiendo hasta que consigamos que sea firme y no se caiga de la cuchara. Si no es así seguiremos añadiendo un poco más de azúcar, recordar que antes hay que tamizarla.
Una vez conseguido el espesor deseado es el momento de retirar la glasa que creamos que vamos a utilizar para delinear.
Ahora echaremos un chorrito de agua al resto del glasa que queda en el bol y batiremos un poco hasta que tenga una consistencia parecida a la miel.
Separaremos en diferentes recipientes herméticos, ahora es el momento de proceder a teñir la glasa, tanto la que utilizaremos para delinear como la de rellenar.
Un vez teñidas se taparan y dejaremos reposar una hora en el frigorífico para que salgan las burbujas de aire a la superficie de la glasa, transcurrido este tiempo moveremos con una espátula hasta que desaparezcan todas las burbujas.
Para el delineado utilizaremos una boquilla de número 2 o 3.
Para rellenar utilizaremos un biberón.
Separaremos en diferentes recipientes herméticos, ahora es el momento de proceder a teñir la glasa, tanto la que utilizaremos para delinear como la de rellenar.
Un vez teñidas se taparan y dejaremos reposar una hora en el frigorífico para que salgan las burbujas de aire a la superficie de la glasa, transcurrido este tiempo moveremos con una espátula hasta que desaparezcan todas las burbujas.
Para el delineado utilizaremos una boquilla de número 2 o 3.
Para rellenar utilizaremos un biberón.
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